domingo, 22 de enero de 2012

DESHACERSE DE LOS SUEÑOS

A lo largo de la vida emprendemos diferentes viajes, emprendemos diferentes tipos de proyectos. Si nos paramos a pensar, la mayoría de ellos son sueños, esperanzas, anhelos, ideales... Según va sucediendo la vida, no siempre encontramos las condiciones, las oportunidades, la disposición, las personas... aquello que es necesario para poder lograrlos; y desistimos.
A lo largo de la vida, vamos llenando nuestra afectividad de proyectos de sueños que no se cumplieron, que se quedaron a medias o que ni siquiera comenzamos a intentar alcanzar. Y esto pesa. Pesa demasiado.
 Quizá, si no desistiéramos demasiado pronto, tampoco los alcanzaríamos, pero aliviaríamos nuestro pesar con la satisfacción de haber luchado por ellos.
 Quizá, mientras lo hemos hecho, hayamos alcanzado otros que quedaron ensombrecidos por aquellos que creímos mejores.
Quizá descubramos a nuestro alrededor personas que nos alientan a seguir soñando y que no hubiéramos conocido si no hubiéramos seguido luchando. Personas que nos hacen sonreir y que nos enriquecen.
Quizá.
¡Quién sabe!
Quizá.



“Los débiles no luchan.
Los que son un poco más fuertes, quizá luchen durante una hora.
Los que son todavía más fuertes,  quizá luchen muchos años.
Pero los más fuertes de todos, lucharán toda su vida. Esos son los imprescindibles”. 
                                                                                            (Bertolt Brecht)



sábado, 14 de enero de 2012

RECUERDOS EN CONDICIONAL

Dicen los expertos que las experiencias que tienen las personas las configuran. Que todo aquél que forma parte de la vida de uno lo modela y moldea. Según esto, todo el que pasa por nuestra vida, aunque sólo sea un segundo, nos marca. Seríamos diferentes si esa persona no hubiera aparecido. Las personas nos cambian la vida.

Como dijo Jorge Luís Borges: "Cada persona que pasa por nuestra vida es unica,siempre deja algo de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no dejarán nada".

La vida de uno cambia según quién haya estado en ella, cada uno es quién es por quién estuvo junto a él. Las personas nos condicionan la vida, y yo...

Yo...

Debería pensar menos en ti, en nuestra historia, en nuestro adiós, en las secuelas que dejó.
Podría hacerlo si no sintiera que no me merecí tanto dolor. Si no sintiera cómo te necesité y no estuviste junto a mí.
Tendría que olvidar, que volver a empezar, pero siempre estás presente, en cada nueva relación. Para bien, para mal, para regular... siempre presente, como un fantasma que no se va, que se ha quedado encandenado a mi alma. Me he quedado encadenada a tu recuerdo.
Olvidaría si pudiera, pero te di tanto... ¿A caso tú me recordaste alguna vez? ¿A caso fui importante para ti? ¿A caso te condicioné la vida? ¿A caso no merezco un "me voy"?
Pensaría menos en ti si no hubieras sido un ideal cumplido, si no hubieras sido un ramillete de sueños alcanzados.
Caería una y otra vez a tus pies si tus caricias hubieran sido sinceras, tus palabras verdaderas, tus besos...
Sentiría menos angustia si no sintiese que todo mi tiempo contigo, mi cuerpo junto al tuyo, mis caricias, mis besos... los atraía el agujero negro de tu indiferencia.
Lloraría menos si no sintiese el rubor de quién se desnuda en una balanza desequilibrada.
Recordaría menos si... Tendría que recordar menos, tendría que recordarte menos, tendría que... Recuerdos, siempre recuerdos... Recuerdos en condicional. Me condicionaste la vida.